Carlos Enrique: Un médico venezolano ayudó en la elaboración de la vacuna contra el Covid-19 de Pfizer
Raúl Istúriz, médico
venezolano especializado en enfermedades infecciosas, es
parte del equipo de la farmacéutica
Pfizer que logró desarrollar una vacuna contra el Covid-19 que muestra 90%
de efectividad.
El especialista,
en 2012, decidió aceptar la invitación a formar parte del equipo médico de vacunas de Pfizer, motivado por la
posibilidad de pasar de tener impacto individual a impacto de salud pública y,
actualmente es vicepresidente y jefe médico de la región de Norte América para
vacunas disponibles y en desarrollo.
Istúriz, a lo
largo de su carrera, se desempeñó como médico internista e infectólogo en
el Centro Médico Docente La Trinidad, lugar en el que dirigió Servicio de
Infectología y el Centro de Vacunaciones del Adulto; y en el Centro Médico Caracas, donde se
desenvolvió activamente en sus especialidades.
El
infectólogo realizó un postgrado de Medicina Interna, y su primer trabajo
lo hizo en Estados
Unidos, en el Hospital de San Rafael, parte del complejo
hospitalario de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, en New Haven,
estado de Connecticut.
En territorio
nacional fundó la Sociedad
Venezolana de infectología en 1984, de la que fue su
primer director, haciendo de ésta una especialidad aprobada por la Federación Médica Venezolana ese
mismo año.
Es necesario
recordar que una semana después de que Pfizer se convirtiera en la
primera farmacéutica que anunciaba que los resultados preliminares de su vacuna
contra el coronavirus habían mostrado una eficacia del 90%, la
compañía aumentó este dato hasta el 95%, según la
información final de la fase III de sus ensayos clínicos publicados.
El anuncio
llega apenas dos días después de que Moderna, su principal competidora,
anunciara sus propios resultados preliminares de su vacuna, que le daban
una efectividad del 94,5%.
La
farmacéutica estadounidense hizo público de nuevo los resultados a través de un
comunicado a falta de su publicación en una revista científica, que se
realizará "una vez que el análisis de los datos se haya completado".
Pfizer solicitará, "en
cuestión de días", la aprobación de su vacuna al regulador sanitario
estadounidense, la Administración
de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y
compartirá "los datos con otras agencias reguladoras de todo el
mundo".
"Los
resultados del estudio marcan un paso importante en este viaje histórico de
ocho meses para lograr desarrollar una vacuna capaz de ayudar a poner fin a
esta devastadora pandemia", declara en un comunicado, Albert Bourla, director
ejecutivo de Pfizer
El visto bueno
de la FDA a la
comercialización de la vacuna sería el paso previo a su autorización también
por parte de la Agencia Europea del
Medicamento (EMA), permitiendo que Pfizer comience a distribuir los
50.000.000 de dosis de su vacuna que planea tener listos antes de final de año.
La
fase III del ensayo clínico de Pfizer y el laboratorio alemán BioNTech incluyó
la participación de 43.000 voluntarios, la mitad de los cuales recibieron la
vacuna y la otra mitad, un placebo.
Pfizer dio a
conocer que de los 170 contagiados -el límite establecido por la FDA
para poder solicitar la autorización para uso de emergencia- durante el
ensayo clínico, 162 correspondían al grupo del placebo y ocho al de la
vacuna.
Uno de los
voluntarios que dio positivo, a pesar de haber recibido la vacuna, sufrió un
caso grave de Covid-19, mientras que los otros nueve casos graves eran
voluntarios que habían recibido el placebo.
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