Carlos Enrique: La medicina moderna ahora es capaz de hacer implantes con tecnología 3D
Un
equipo de científicos de la Universidad
de Gotemburdo logró que la medicina moderna suba a un nivel
superior gracias a un nuevo material capaz de integrarse dentro del cuerpo con diversos
comportamientos, mediante el uso de impresoras 3D que están ayudando
en las cirugías de algunos hospitales de España incluso estimulando los vasos
sanguíneos.
Cualquier
intervención quirúrgica en el cráneo sigue siendo, aún hoy por hoy, una de
las cirugías más delicadas que los sanitarios tienen que abordar.
La rutina clínica que
se emplea pasa por el trasplante de hueso o el empleo de implantes de plástico o
metal. Aunque esto puede estar a punto de cambiar.
Por eso los
expertos están trabajando en un material
biocerámico que puede implantarse al paciente y
estimula la regeneración natural del hueso del cráneo. Permitiendo reparar
heridas más grandes que nunca.
Las 2 técnicas
que se usan en la actualidad acarrean un peligro importante para el
individuo. La primera consistente en el trasplante de hueso de su propio cuerpo
supone un riesgo tanto en la parte emisora como en la receptora. Asimismo,
cuando se implanta un material externo al cuerpo (como el plástico o el metal)
existe riesgo de infección debido
al potencial de esas piezas extrañas.
"Se
piensa que los factores de crecimiento y las células madre contribuyen a
la curación, pero aún no se ha demostrado que tengan ventajas obvias después de
la administración en grandes carencias del cráneo humano", dijo Peter Thomsen, profesor de
biomateriales en la Universidad de Gotemburgo, que también es el
responsable del actual estudio.
Los
investigadores, según cuentan en la publicación de la propia universidad,
emplearon un nuevo material biocerámico impreso en 3D, unido a un marco de
titanio con la forma de la parte carente del hueso del cráneo. El
descubrimiento fue toda una revolución debido a que se logró una regeneración
ósea sin el empleo de factores de crecimiento o células madre.
El
material mencionado tal y como se pudo comprobar, se convierte en hueso
con una composición química indistinguible a la del hueso natural.
"Podemos ver el crecimiento del hueso del cráneo, no solo en las partes
circundantes del cráneo, sino también en el centro del defecto en sí",
sostuvo Thomsen. Según la misma publicación, la biocerámica está formada por
monetita que llega a convertirse dentro del cuerpo en apatita, el mineral
principal del que están formados los huesos.
Un experimento realmente exitoso
Los
experimentos fueron realizados con éxito en ovejas y los resultados, según
apuntan, pudieron confirmarse en humanos. Concretamente en un individuo, donde
la biocerámica se convirtió en tejido 21 meses después de la
intervención quirúrgica. "Con una estructura y composición similar al
hueso natural. En un proceso denominado osteoinducción.
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