Carlos Enrique: La inteligencia artificial llegó para mejorar el mundo de la salud
Las
últimas creaciones tecnológicas obligan a reflexionar hacia dónde se dirige el
mundo, de hecho, de un tiempo a la actualidad, la disciplina técnico-científica
viene planteando una gran revolución mundial: Inteligenciaartificial (IA).
Si bien no hay
una definición exacta sobre lo que significa, es el nombre que se le
asigna a una serie de tecnologías con
características o capacidades que antes eran exclusivas del intelecto humano, y
que gracias a su desarrollo permiten al sector de la salud a mejorar ciertas
actividades dentro de la medicina
moderna.
Ahora, la
inteligencia artificial le da a las
máquinas la capacidad de “razonar y aprender”. Dos capacidades que son de
gran utilidad en el diagnósticoclínico. Por ejemplo, un programa informático puede analizar la foto de una
mancha en la piel y comparando con su base de datos establecer las
probabilidades de que sea un melanoma. Aplicaciones parecidas se están
desarrollando para otras muchas enfermedades, aunque de momento la IA
complementa y afianza el estudio de los médicos.
La
planificación del tratamiento también sería otro punto fuerte de la IA,
basándose en toda la información del paciente y el desarrollo de miles de casos
parecidos podrían planificarse el tratamiento más
eficaz.
Ahora es posible el uso de cuidadores robotizados
Una
enfermera que no es de carne y hueso parece que será una de las claves de la
asistencia a ancianos y enfermos dependientes en el futuro. De momento ya se
desarrollaron mascotas robóticas con fines terapéuticos para ayudar a los pacientes
de Alzheimer.
Estos animales estimulan las funciones cerebrales de los pacientes retrasando
los problemas cognitivos que a su vez mejoran la calidad de vida y reducen la
dependencia de los servicios sociales.
Por otro lado,
el uso de la telemedicina ya está ayudando a evitar desplazamientos
innecesarios al centro médico y permitir una mayor autonomía personal.
Apaciguar tantas responsabilidades entre los médicos
Las
pruebas de análisis, las radiografías, las tomografías computarizadas, la
entrada de datos y otras tareas un poco simples se pueden realizar de forma más
rápida y precisa si las llevan a cabo robots. La cardiología y la radiología son dos
ejemplos de disciplinas donde la cantidad de datos para analizar pueden
resultar abrumadoras.
Quizás en un
futuro los casos sencillos queden exclusivamente en manos de la IA y los
médicos humanos solo se ocupen de los más complicados.
Elaboración de medicamentos
Conseguir
nuevos medicamentos eficaces mediante la realización de ensayos clínicos puede
llevar más de una década y costar miles de millones. Por tanto, agilizar el
proceso gracias al uso de la IA podría literalmente cambiar el mundo.
En la última
crisis del ébola, se utilizó un programa impulsado por AI para analizar
medicamentos existentes que podrían rediseñarse para combatir la enfermedad. El
programa encontró dos medicamentos que pueden reducir la efectividad de la
terrible enfermedad en un día, cuando un análisis de este tipo suele llevar
meses o años, una diferencia que posiblemente salvó miles de vidas.
Además, el uso
de modelos informáticos elimina la necesidad de experimentación animal, un
hecho que resulta cruel.
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